OPERATIVO PRO TURISTAS
Se hizo pasar por turista para un diario local que realiza una campaña contra los taxistas que estafan a extranjeros.
Praga. BBC.
El alcalde de Praga, capital de la República Checa, se disfrazó de italiano para pasear por su ciudad en taxi. La idea fue del diario local Dnes, que le había asegurado que los taxistas estafaban a los visitantes extranjeros.
Con el pelo teñido de negro, un bigote postizo y gafas de sol, Pavel Bem paró a un taxi y le pidió al conductor que lo llevara al Castillo de Praga, la principal atracción turística de la ciudad.
El alcalde no tardó en percatarse de que el taxímetro funcionaba a una velocidad mucho mayor que la normal. Por un recorrido de aproximadamente tres kilómetros, el taxista le dijo que tenía que pagar US$ 34, seis veces más que el precio promedio de US$ 5,6.
“Con ese disfraz, estaba seguro de que me iban a cobrar más, pero nunca me imaginé que sería esa barbaridad”, dijo Bem.
“El conductor merece un castigo severo. He puesto este asunto en manos de las autoridades en el ayuntamiento”, añadió.
El taxista podría recibir una multa de hasta US$ 43.000 y corre el peligro de perder la licencia si lo vuelven a sorprender in fraganti.
En otro taxi, el precio se duplicó cuando el alcalde preguntó si podía pagar en euros en lugar de hacerlo con coronas checas.
Advertencia
Bem advirtió que otros miembros del ayuntamiento también viajarán de incógnito en los taxis de la ciudad, y aconsejó a los turistas, hasta que mejoren las cosas, acordar un precio de antemano.
Finalmente, el alcalde se despojó del bigote y barba postizos y un tercer taxista no le cobró nada, después de que parara intencionadamente el medidor.
El año pasado, el Ayuntamiento de Praga emitió multas a 91 conductores de taxi por importe de 180.000 euros, y retiraron la licencia a ocho taxistas reincidentes en el robo, según fuentes de la municipalidad.
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