Está claro que los blogs constituyen hoy en día uno de los canales fundamentales, sino el que más, para que los adolescentes ejerciten su libertad de expresión, pero ¿pueden los diarios personales en la Red ser peligrosos? Muchos padres y madres consideran que sí, en determinados casos; por ejemplo, cuando sus hijos/as suben fotografías personales al blog, o dan versiones demasiado detalladas acerca de cómo transcurre su vida y lo que hacen.
Y es que más de la mitad de los blogs los mantienen jóvenes que no superan los 19 años. El fabricante de software Perseus dice que el blogger típico es una muchacha que usa el medio para comunicarse con entre cinco y diez amigas. Mientras, los progenitores, temerosos de los posibles criminales que puedan acechar al otro lado del PC, piden medidas para salvaguardar la privacidad de sus vástagos. Por lo menos hasta los 13 ó 14 años, y a partir de entonces, que pongan sus contenidos personales sin que nadie les diga nada... Siempre que se hayan mostrado responsables y lo suficientemente maduros.
Para las empresas, las bitácoras también empiezan a ser una herramienta interesante (necesita registro). Pese a que únicamente cuatro de cada cien grandes compañías norteamericanas tienen blogs abiertos al público, los weblogs de márketing y corporativos están creciendo. Las firmas son conscientes de que la relación con sus clientes debe ir más allá del precio. Microsoft (donde sus empleados ya han escrito unos 1.500 blogs), HP, Boeing o General Motors son buenos ejemplos de ello.
El trabajo de blogger, muchos de ellos a tiempo completo, gana cada vez más popularidad en los entornos corporativos. Las compañías creen que la Red es ya indispensable para una buena comunicación, y los blogs les permiten comentar las cosas de una manera más natural que los relaciones públicas de toda la vida, sobre todo por la interactividad que supone que los lectores puedan colgar comentarios.
Charlene Li, analista de Forrester, aconseja a las compañías que creen un blog si ya cuentan con una relación bastante estrecha con sus usuarios o clientes. En cambio, dice que es mejor que las empresas que no están preparadas para afrontar la comunicación abierta que suponen las bitácoras se abstengan. En definitiva, se trata de que las compañías den a sus marcas, productos y servicios una apariencia y una voz más humanas.
Otra industria que no se quiere quedar atrás en materia bloguera es la del porno. Los empleados del sector están centrando su atención en las bitácoras para que los lectores conozcan mejor cómo son los entresijos de su trabajo... Que no son tan bonitos como pudiera pensarse; sobre todo cuando, por ejemplo, se obliga a un actor a mantener una erección durante horas mientras se le va posponiendo la comida, como dice Luc Parry en uno de sus posts.
Algunos de estos blogs tienen hasta 500.000 visitantes únicos. Lo curioso es que sus redactores aseguran que no buscan más fama o ganar un dinero adicional, sino simplemente estar más cerca de sus seguidores y demostrarles que detrás de los actores y actrices hay unas personas con las inquietudes y necesidades de cualquiera. Es algo insólito en un mundo tradicionalmente cerrado.
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