lunes, diciembre 05, 2005

Microsoft reescribe la partitura (LaVanguardia)

Cada diez años, Bill Gates siente la imperiosa necesidad de dar un giro radical a su compañía, Microsoft, para evitar que se duerma en los laureles con el riesgo de perder capacidad competitiva. Lo hizo en 1995, con un documento que ha pasado a la historia por su título enfático - Internet Tidal Wave, que entonces se tradujo como el maremoto de internet - y ha vuelto a hacerlo, al postular un cambio estratégico que anticipa un año 2006 pródigo en novedades. En su memorandum interno de noviembre, que inmediamente fue filtrado a la prensa, Gates reincide en las metáforas tempestuosas: internet, dice, ha provocado una profunda transformación (sea change es la shakespeareana expresión que emplea el autor).

Sin descender hasta los detalles, el fundador y gran arquitecto de Microsoft exhorta a sus empleados a “actuar rápidamente y con decisión” para ofrecer al público los servicios que permitan afrontar el reto planteado por un creciente número de adversarios, potencialmente peligrosos. “Nuestros competidores han sabido aprovechar las oportunidades que ofrece internet, y son capaces de amenazar nuestro liderazgo”, dice una de las frases más enfáticas del documento.

Gates compara la situación actual con los cambios que diagnosticó hace diez años. En 1995, Microsoft, que había despertado tardíamente al fenómeno de internet, empleó todas sus energías para desalojar a Netscape, por entonces el navegador casi universal, e imponer su producto Explorer. Ganó aquella partida, pero su agresividad le llevó tantas veces a los tribunales que para cerrar los procesos ha tenido que llegar a costosos acuerdos extrajudiciales. Esta vez, se propone más bien lo contrario: en lugar de atrincherarse en el cuasimonopolio, Microsoft abrirá parcialmente sus programas más conocidos, para que los usuarios puedan descargarlos desde internet, en condiciones que no han sido explicadas con claridad.

Los primeros frutos de la nueva era se llaman Windows Live y Office Live. El primero combinará servicios existentes en el portal MSN, como parte de un paquete con soporte publicitario, fórmula esta que inevitablemente evoca las intenciones que se atribuyen a Google de lanzar un portal agregador de servicios. Como primera muestra, Microsoft ha creado www.live.com, con el que los usuarios podrán personalizar sus aplicaciones en internet y, entre otras cosas, subir a la red contenidos desarrollados por ellos. Otra pieza clave, Office Live, es descrita como un conjunto de servicios, unos gratuitos y otros de pago, orientados a las pequeñas empresas y también disponibles para su descarga y actualización desde internet. Sobre esta plataforma básica, los usuarios podrán suscribirse a aplicaciones adicionales, propias o de terceros. Se anticipa que otras empresas independientes podrían crear piezas de software, pero a nadie se le oculta que esta alternativa es una ruptura con la trayectoria monopolista de la compañía.

Ray Ozzie, una estrella ascendente en el firmamento de Microsoft, escribe: “Google es obviamente nuestro rival más visible, pero es difícil determinar cuáles de sus muchas iniciativas son meros instrumentos para aumentar su facturación publicitaria y cuáles podrían, eventualmente, convertirse en amenazas reales para nuestra oferta”. Si bien Microsoft reconoce desde hace años la importancia de los buscadores en internet, su exceso de confianza ha dejado que Google - una empresa que pudo haber comprado en sus inicios - adquiriera ventaja y, a partir de la función de búsqueda, articulara una plétora de servicios adicionales, desde el correo hasta los anuncios clasificados y la gestión del disco duro (más lo que se prepara), todo ello en torno a un modelo de negocio que reposa sobre la publicidad.

La posibilidad de financiar, al menos parcialmente, los futuros servicios con publicidad, es objeto de discusión dentro de Microsoft. No todos lo tienen claro, porque implica un elevado riesgo para una empresa acostumbrada a vivir de unos pocos productos tradicionales.

Parece necesario aclarar que la nueva estrategia, de la que se conoce apenas un esbozo, no supone dejar escapar la gallina de los huevos de oro. Por el contrario, se prepara con extraordinario cuidado el lanzamiento de un nuevo sistema operativo, en la segunda mitad del 2006, que finalmente llevará el nombre de Vista, con lo que se quiere subrayar que no es una nueva versión de Windows sino una generación completamente nueva de software. La versión vigente de Windows, XP, fue lanzada con fanfarria en octubre de 2001 y ha tenido que ser parcheada con frecuencia. Su quinto aniversario coincidirá con la llegada del sucesor, Vista. Por lo que ha trascendido, que no es mucho, aportará como principal unas importantes funciones de seguridad; éste será, en principio, su principal reclamo. Microsoft ha tomado buena nota de que la seguridad es el problema que más preocupa a sus clientes, con el agravante de que tienden a culpar a los agujeros que deja abiertos a la intrusión de la delincuencia informática.

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