Gerhard Schröder los ha calificado de "modelos" para todos los alemanes, el presidente alemán ha optado por llamarlos "patriotas"... Son los oficiales de la Wehrmacht, el Ejército regular alemán dirigido por los nazis, que, el 20 de julio de 1944 -hace 60 años-, intentaron eliminar a Hitler en su cuartel general de Rastenburg. Hoy el país les rinde homenaje.
El 20 de julio de 1944, Claus Schenk Graf von Stauffenberg puso una bomba durante una arenga en el cuartel general de Hitler en Rastenburg en Prusia Oriental, conocido como la 'guarida del lobo' ('Wolfsschanze'). El explosivo, colocado en una maleta, llegó a explotar, pero el dictador alemán salvó milagrosamente la vida gracias a la protección de la mesa en la que estaba sentado. Fue el plan que estuvo más cerca de acabar con la vida de Hitler antes de que fuera demasiado tarde, y ahora, sesenta años después, Alemania rinde homenaje a sus autores.
El canciller alemán, Gerhard Schroeder, alabó a los oficiales alemanes y les calificó de "modelos" para todos los alemanes, en una entrevista con la televisión N24.
"Ellos demostraron que en aquella época había otra Alemania, una buena Alemania, una Alemania democrática", dijo el canciller, expresando su "profundo respeto y admiración por las mujeres y los hombres que formaron parte de esa resistencia y que dieron su vida por Alemania". "Pienso que hay modelos en Alemania, modelos humanos, y estos hombres y mujeres forman parte de ellos", añadió.
Por su parte, el presidente alemán, Horst Koehler, calificó de "patriotas" a los conspiradores y de "fecha de honor en la Historia de Alemania" el día del atentado, durante una recepción en el castillo de Charlottenburg de Berlín.
El fracaso de este atentado se considera "una de las más grandes tragedias del siglo XX", ya que entre esa fecha y el final de la guerra en mayo de 1945 siguieron funcionando los hornos crematorios contra los judíos y murieron cuatro millones de alemanes, un millón y medio de soldados del Ejército Rojo soviético y más de 100.000 soldados estadounidenses y británicos.
Sesenta años después del atentado fallido, la exposición en el Museo de la Resistencia Alemana recuerda a los "héroes del 20 de julio" con cincuenta retratos de los protagonistas y documentos históricos.
Entre el material expuesto figuran objetos personales y apuntes relacionados con el plan de asesinato, algunos de ellos rescatados de archivos del KGB, los servicios secretos soviéticos.
El museo está situado en las antiguas dependencias del general Fromm, quien detuvo al conde Claus Schenk von Stauffenberg tras su intento de asesinato.
Según un sondeo del Instituto de Allensbach, un 54 por ciento de los alemanes conocen la historia de lo que pasó el 20 de julio, y esta cifra cae al 27 por ciento en la franja de edad entre los 16 y los 29 años.
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