Un genio adolescente alemán que confesó ser el autor de un devastador virus informático que provocó un caos en todo el mundo, podría haberlo hecho para ayudar a la pequeña empresa informática de su madre, dijeron el lunes los fiscales estatales y recogido por Reuters.
Sven Jaschan, un joven de 18 años que recientemente se graduó de la escuela, fue detenido el viernes y admitió ser el autor del "gusano" informático Sasser
El muchacho fue liberado horas después sin tener que pagar fianza porque las autoridades dijeron que no temían que tratara de fugarse.
Detlev Dyballa, portavoz de la fiscalía de Verden, dijo que es posible que la causa del adolescente haya sido el deseo de mejorar el negocio de su madre, Veronika.
"Esa es una posibilidad que no se puede descartar en un principio", dijo Dyballa cuando le preguntaron sobre un artículo de la revista Der Spiegel donde se especulaba con que su objetivo era atraer clientes para la tienda "PC Help" de su madre y de su padrastro.
"Es una buena idea pero eso aún no ha surgido de los interrogatorios preliminares", dijo Dyballa a Reuters. "Es un joven que ha estado trabajando durante años con ordenadores, y la compañía (de su madre) está relacionada con el mantenimiento de ordenadores", agregó.
Las autoridades dijeron el sábado que evalúan la posibilidad de que el joven haya buscado superar los esfuerzos de otros programadores con la creación de un gusano superior, pero que se había sorprendido por el daño que él mismo había causado.
Dyballa dijo que Jaschan podría afrontar un juicio en junio por cargos de sabotaje informático, que lleva una condena máxima de cinco años en prisión.
Pero el castigo podría ser menor porque el muchacho, que cumplió los 18 años de edad a finales de abril, tenía 17 cuando se cometieron los delitos.
También podría afrontar demandas por daños de las víctimas, desde la aerolínea estadounidense Delta Airlines hasta el banco de Australia Westpac Bank, Goldman Sachs y la guardia costera británica, cuyos ordenadores fueron afectados por el virus que Jaschan escribió en su habitación en el sótano de una casa en el pueblo de Waffensen, de 920 habitantes.
Ni Jaschan, quien fue descrito como un joven tímido y algo retraído por sus vecinos y sus compañeros de clase, ni su madre han hecho comentarios a los medios alemanes.
