Ha sido durante 15 años una de las joyas de la NASA, pero al telescopio 'Hubble' le espera un negro futuro: acabar sus días en lo más profundo del océano. Los primeros en abandonarle a su suerte fueron sus propios creadores -la NASA- que desde hace años mantienen que su reparación es demasiado costosa y peligrosa. Ahora, el mismísimo George Bush ha firmado su sentencia de muerte al no incluir fondos para su salvamento en el proyecto de presupuesto que ayer presentó en el Congreso.
El 'Hubble' fue lanzado al espacio en 1990, y permanece a una órbita a 600 kilómetros de la Tierra. Las imágenes enviadas durante estos años han servido para ampliar la comprensión del Universo de forma más sustancial que cualquier otro avance tecnológico desde que Galileo Galilei apuntó sus telescopios hacia el cielo en 1610.
Los equipos del 'Hubble' han seguido operando durante estos años, pero las baterías se están agotando, y una misión de mantenimiento que estaba prevista para 2004 fue cancelada desde que la catástrofe del transbordador 'Columbia' en febrero de 2003 forzó la suspensión de los vuelos de ese tipo de naves.
"Hemos decidido que los riesgos que implica el servicio de mantenimiento del 'Hubble' en este momento no merecen que sigamos adelante", dijo el contralor de la NASA, Steve Isakowitz, quien reconoció que el telescopio espacial "es una nave que agoniza".
El plan de presupuesto de Bush para el período fiscal 2006 (que comienza el 1 de octubre) incluye un aumento del 2,4% en la asignación total para la NASA, que es de 16.500 millones de dólares.
Pero de esta cantidad sólo se gastarían 93 millones de dólares en el "Hubble". De esa asignación, unos 75 millones están destinados a la operación de sacarlo de su órbita para que, a finales de esta década, justo antes de que se agoten definitivamente las baterías, entre en la atmósfera terrestre y se destruya de forma segura sobre un océano.
En su discurso anual ante el Congreso en enero de 2004, el presidente Bush anunció un ambicioso plan espacial que incluye el retorno de astronautas a la Luna en las próximas dos décadas, y una misión tripulada a Marte en un momento sin precisar.
Poco después, el director de la NASA, Sean O'Keefe, borró de la lista de misiones futuras de transbordadores la de mantenimiento del 'Hubble', lo cual causó protestas de académicos, científicos y aún de aficionados a la astronomía en todo el mundo.
Hubo propuestas de diferentes grupos e individuos para el salvamento de 'Hubble', entre las que se contaban misiones de robots para realizar las reparaciones.
Sin una reparación, y si no tienen éxito los esfuerzos por traer a 'Hubble' de retorno a la Tierra, nadie sabe con certeza cuánto tiempo seguirán funcionando los equipos del telescopio.
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