Existe una serie de ideas preconcebidas sobre los usuarios de Internet. La que se repite con mayor constancia alude a que los adolescentes son mucho más avispados que los adultos a la hora de navegar. Falso, concluye un reciente estudio elaborado por la firma Nielsen Norman Group. Los usuarios entre 13 y 17 años son menos pacientes, se aburren fácilmente y utilizan unas "estrategias de búsqueda poco sofisticadas", de lo que se deriva que su navegación sea más torpe que la de los mayores.
El estudio de Nielsen Norman Group, firma liderada por el gurú de la usabilidad en Internet Jakob Nielsen, echa por tierra uno de los estereotipos más extendidos en lo que a Internet se refiere, ese que subraya que los adolescentes son unos expertos en el uso de las nuevas tecnologías, mientras que sus padres son algo torpes en estas cuestiones. Así, la encuesta indica que los adolescentes no tienen paciencia y abandonan a la primera de cambio cuando no encuentran lo que quieren, mientras que los adultos son por lo general más persistentes incluso con páginas de difícil navegación. "Los adolescentes tienen menos éxito que sus padres a la hora de navegar por Internet, y también se aburren fácilmente", señala el estudio.
Para que los sitios tengan éxito entre el público adolescente –de entre 13 y 17 años– las webs han de ser simples –aunque no infantiles– y contener aplicaciones interactivas, aconseja el informe, que midió la tasa de éxito, o capacidad de completar diferentes tareas "online" entre adolescentes y adultos. Los datos conceden a los primeros un porcentaje del 55 por ciento, diez puntos por debajo de los adultos.
Esta pobre actuación se explica por la deficiente capacidad de lectura de los adolescentes, además de por sus "estrategias de búsqueda poco sofisticadas" y un nivel de paciencia "extremadamente bajo", según Nielsen. El aburrimiento, no obstante, parece ser el primer freno. "Este es el estereotipo que nuestro estudio ha confirmado: los jóvenes tienen poca capacidad de atención y buscan estímulos constantes, por eso abandonan los sitios que son difíciles de comprender", señala la investigación.
Por otra parte, los adolescentes toleran la publicidad mejor que los adultos, aunque tienen menos aguante con las webs que tardan en bajar. Además, los jóvenes son más reticentes que los adultos a la hora de pinchar enlaces desconocidos por miedo a los virus.
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